Como ha publicado Inc.com, la inteligencia artificial (IA) está transformando radicalmente la manera en que las personas trabajan. Este fenómeno recuerda a la disrupción que causó la computación en la nube en los primeros años del 2000. En ese entonces, muchas organizaciones dudaban en mover sus operaciones a la nube por preocupaciones sobre la seguridad, inversiones existentes en infraestructuras locales y la fiabilidad del servicio. Sin embargo, la presión competitiva y los beneficios tangibles demostrados por los pioneros hicieron que esta transición fuera inevitable.
Hoy en día, encontramos una reticencia similar con la IA. Los líderes están preocupados por cuestiones éticas, accesibilidad a los datos, pérdida de empleos y la posibilidad de que los humanos se vuelvan obsoletos. Sin embargo, la IA tiene el potencial de simplificar procesos complejos y permitir una transformación sostenible. Para aprovechar plenamente estos avances, es necesario un cambio de mentalidad similar al que ocurrió con la computación en la nube.
Entonces, ¿cómo pueden las organizaciones superar esta resistencia inicial? Un enfoque podría ser mostrar ejemplos concretos de cómo la IA puede mejorar la eficiencia y abrir nuevas oportunidades. Al igual que con la nube, los beneficios de adoptar la IA pueden eventualmente superar las preocupaciones iniciales, siempre y cuando haya un compromiso claro con la ética y la transparencia.
Reskilling y Upskilling: Adaptación a las Nuevas Capacidades Tecnológicas
Inc.com también destaca la importancia de reskilling y upskilling para aprovechar al máximo las nuevas capacidades tecnológicas que ofrece la IA. Durante la transición a la computación en la nube, surgieron nuevas disciplinas como la arquitectura en la nube, DevOps y la ingeniería de confiabilidad del sitio, lo que requirió una extensa reformación del personal. De manera similar, la adopción de la IA demanda nuevas habilidades, tales como la ingeniería de prompts y la entrenamiento/despliegue de modelos.
Para adaptarse a este nuevo entorno, las empresas deben realizar un análisis detallado de las habilidades actuales de su fuerza laboral y compararlas con las que se necesitarán en el futuro. Este enfoque basado en habilidades, en lugar de puestos de trabajo, es fundamental. La IA no reemplazará el trabajo humano, sino que lo complementará, creando un entorno donde humanos y máquinas trabajen juntos para mejorar continuamente.
Las empresas que inviertan en capacitación continua y fomenten una cultura de aprendizaje estarán mejor posicionadas para aprovechar las oportunidades que la IA ofrece.
Por ejemplo, mientras que antes los empleados podían necesitar habilidades técnicas específicas para tareas repetitivas, ahora es crucial que sepan cómo colaborar con sistemas de IA, interpretar sus resultados y utilizarlos para tomar decisiones más informadas.
Transformación de Roles: Del Mantenimiento Tradicional a la Innovación de la IA
El artículo subraya cómo la introducción de la IA está transformando los roles dentro de las organizaciones. Con la computación en la nube, se redujo la necesidad de mantenimiento y actualización de hardware, lo que llevó a la obsolescencia de roles como el de operador de centros de datos y administrador de sistemas para infraestructuras locales. Sin embargo, surgieron nuevos roles, como los de operaciones en la nube, seguridad en la nube y desarrollo de soluciones en la nube.
De manera similar, la IA está disminuyendo la demanda de trabajos con tareas repetitivas, mientras que crea nuevos puestos como ingenieros de machine learning, científicos de datos y especialistas en MLOps. Además, es probable que surjan otros roles innovadores, tales como gerentes de productos de IA, gestores de ética en IA y desarrolladores de IA conversacional.
Es importante que los líderes de la empresa reconozcan su responsabilidad en la implementación de la inteligencia artificial para mejorar sus habilidades y capacidades. Esto no solo implica adoptar nuevas tecnologías, sino también fomentar la creatividad y la innovación entre los empleados. La creatividad humana será un activo invaluable en esta nueva era impulsada por la IA.
Al igual que la computación en la nube provocó cambios generalizados, la IA tiene el potencial de ser el «momento de la imprenta» de nuestra era, reinventando cómo se promueven las nuevas habilidades, roles, procesos y modelos de negocio a medida que se integra en diversas industrias.
